¿Quién dijo que el placer tiene límites? La industria del bienestar sexual no para de innovar y hoy existen juguetes...
Nunca fui de esas personas que recuerdan sus sueños. Normalmente me despierto y lo primero que hago es mirar el móvil, intentar despejarme y seguir con el día. Pero aquella noche fue diferente. El sueño que tuve me dejó tan marcada que, incluso después de abrir los ojos, sentía como si aún lo estuviera viviendo.