Técnicas Avanzadas: Una guía completa sobre el Pegging

El pegging, también conocido como "penetración con arnés", es una práctica sexual que ha ganado popularidad en los últimos años. Se trata de una mujer que penetra a su pareja masculina usando un arnés con un dildo. Este tipo de experiencia puede ser una forma de explorar nuevas dinámicas de poder, sensaciones y descubrir zonas de placer que quizás antes no se habían considerado. En este artículo, vamos a sumergirnos en todos los aspectos del pegging: desde qué es, hasta cómo practicarlo de manera segura y consensuada.

¿Qué es el Pegging y por qué tanta gente habla de él?

El término "pegging" fue popularizado por el columnista Dan Savage en 2001 a través de una encuesta en su columna de consejos sexuales. Esencialmente, el pegging consiste en que la mujer asume el rol activo en la penetración, mientras que el hombre es el receptor. Aunque pueda sonar intimidante para algunos, es simplemente una manera diferente de disfrutar del sexo que puede ser tan íntima y placentera como cualquier otra práctica.

Una de las razones por las que el pegging ha captado la atención es porque permite a las parejas experimentar un cambio de roles y, en algunos casos, explorar nuevas dinámicas de poder. Esto puede ser liberador y excitante, tanto para quienes disfrutan de ser dominantes como para quienes quieren experimentar la sumisión.

Beneficios de practicar Pegging

1. Descubrimiento de nuevas zonas de placer:
El pegging puede ser una forma de explorar la estimulación prostática, a menudo conocida como el "punto P". La próstata, situada a unos 5-7 centímetros dentro del recto, es una zona extremadamente sensible que, cuando se estimula correctamente, puede producir orgasmos muy intensos. Para muchos hombres, esta es una experiencia que va más allá de lo que han sentido anteriormente.

2. Comunicación y confianza en la pareja:
Practicar el pegging requiere una comunicación abierta y honesta, ya que es una actividad que puede ser nueva y, en algunos casos, desafiante para ambas partes. Esto puede fortalecer la relación, ya que ambos deben hablar de sus expectativas, límites y deseos. Es un ejercicio de confianza y vulnerabilidad que puede profundizar el vínculo emocional.

3. Romper tabúes y explorar la sexualidad:
El pegging puede ser una manera de romper con los estereotipos tradicionales de género y roles sexuales. Al cambiar de rol en la cama, muchas parejas descubren que sus ideas preconcebidas sobre lo que debería ser el sexo son mucho más flexibles de lo que pensaban. Además, experimentar con estas dinámicas puede ser una forma de empoderamiento para ambas partes.

Cómo empezar con el Pegging: Consejos para novatos

1. Comunicación ante todo:https://lovegames.es/punto-p
Antes de adentrarse en el mundo del pegging, es fundamental hablar con la pareja. Algunas preguntas que pueden guiar esta conversación son: ¿Qué expectativas tienes? ¿Hay algo que te preocupe? ¿Cuáles son tus límites? Es importante que ambas partes se sientan cómodas y seguras antes de intentar algo nuevo.

2. Elige el arnés y dildo adecuados:
Existen muchos tipos de arnesesy dildos en el mercado, desde los más básicos hasta los más sofisticados. Para empezar, lo mejor es optar por un arnés cómodo que se ajuste bien al cuerpo y un dildo de tamaño moderado. Recuerda que el pegging es una experiencia de aprendizaje, así que es mejor comenzar de forma gradual y aumentar el tamaño a medida que ambos se sientan más cómodos.

3. Usa mucho lubricante:
El lubricante es el mejor amigo de cualquier práctica anal. Asegúrate de usar un lubricante de calidad y aplicar una cantidad generosa para que la penetración sea suave y cómoda. Si es la primera vez que se experimenta con la penetración anal, considera empezar con masajes o pequeños juguetes para relajar la zona.

4. Ve despacio y escucha a tu pareja:
La paciencia es clave en el pegging. Empieza lentamente y escucha las reacciones de tu pareja. A veces, es necesario detenerse y ajustar la posición o la intensidad para asegurarse de que ambos se sientan cómodos. Recuerda que el objetivo es disfrutar, no forzar la experiencia.

Posiciones recomendadas para el Pegging

1. El clásico "perrito" (doggy style):
   Esta posición es ideal para el pegging porque permite un fácil acceso a la próstata y deja que el receptor controle la profundidad y ritmo de la penetración. La persona que usa el arnés puede arrodillarse detrás de su pareja, ofreciendo estabilidad y control.

2. La cuchara:
   Esta posición es más íntima y cómoda para quienes están empezando. Ambos se tumban de lado, y la persona que usa el arnés penetra desde atrás. Esto permite una penetración más suave y la oportunidad de mantener el contacto físico y visual.

3. Misionero inverso:
   En esta posición, el receptor se tumba de espaldas con las piernas elevadas mientras la persona con el arnés se coloca entre sus piernas. Es una postura que ofrece un buen control sobre la profundidad de la penetración y permite a la pareja mirarse a los ojos, creando un ambiente de conexión.

4. Montado (cowboy/cowgirl):
   El receptor se coloca encima de la persona que lleva el arnés, controlando la velocidad y la intensidad de la penetración. Esto permite al receptor experimentar la estimulación de una forma que se sienta cómoda y placentera.

Mitos y realidades sobre el Pegging

1. "El pegging hace que los hombres sean menos masculinos."
Este es uno de los mitos más comunes y perjudiciales. La realidad es que el pegging no tiene nada que ver con la masculinidad o la orientación sexual de alguien. Es simplemente una práctica sexual más, y lo importante es que ambas partes la disfruten.

2. "El pegging duele mucho."
Como cualquier práctica sexual, el pegging puede ser incómodo si no se hace correctamente. Sin embargo, con lubricante, paciencia y buena comunicación, es posible tener una experiencia placentera y sin dolor. La clave está en ir despacio y no apresurarse.

3. "Solo las parejas heterosexuales practican pegging."
Aunque el pegging fue popularizado dentro de relaciones heterosexuales, cualquier persona con interés en experimentar la penetración anal con arnés puede disfrutarlo. La sexualidad es diversa, y el pegging es solo otra manera de explorarla.

Seguridad y cuidados al practicar Pegging

1. Higiene:
Antes de practicar pegging, es importante que la pareja se asegure de una buena higiene. Una ducha previa y la limpieza de la zona anal pueden hacer que la experiencia sea más cómoda y placentera. Algunas personas también optan por usar enemas antes de la sesión.

2. Uso de preservativos en los juguetes:
Aunque el pegging no implica contacto directo entre genitales, es una buena práctica usar preservativos en los dildos, especialmente si se comparten juguetes. Esto ayuda a mantener los juguetes limpios y reduce el riesgo de infecciones.

3. Escucha activa y palabras de seguridad:
Establecer una palabra de seguridad es fundamental para cualquier práctica sexual que pueda implicar cierto nivel de incomodidad. Esto permite que cualquiera de las partes detenga la actividad si se siente incómoda o insegura.

El Pegging y su impacto en la dinámica de la relación

El pegging puede cambiar la dinámica de una relación, ya que permite a las parejas explorar nuevas facetas de su sexualidad y experimentar roles de poder diferentes. Sin embargo, es importante recordar que no es una obligación para nadie. Si ambas partes están interesadas y dispuestas, puede ser una forma emocionante de fortalecer la conexión y el placer mutuo. Pero si no es de su interés, eso también está bien. La clave está en la exploración y el respeto mutuo.

En conclusión, el pegging es una práctica que puede ser divertida, placentera y enriquecedora para muchas parejas. Ofrece la oportunidad de salir de la rutina y descubrir nuevas formas de placer y conexión. Si te animas a probarlo, hazlo con curiosidad, mente abierta y, sobre todo, con mucho respeto y comunicación. ¡Recuerda que el sexo siempre es mejor cuando todos la pasan bien!