Durante siglos, la sociedad ha clasificado a las personas en dos únicos géneros: hombre y mujer. Esta visión,...
Durante siglos, la sociedad ha clasificado a las personas en dos únicos géneros: hombre y mujer. Esta visión, conocida como binarismo de género, limita profundamente la comprensión de las múltiples formas en que las personas pueden experimentar y expresar su identidad. Sin embargo, el mundo es mucho más diverso, y cada vez más personas se reconocen fuera de esa estructura binaria. Aquí es donde cobra protagonismo el género no binario, una vivencia que amplía el espectro de posibilidades...