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Las 5 Fantasías Sexuales Más Comunes

Las fantasías sexuales más comunes y por que no deberías sentirte mal por tenerlas

Hablar de fantasías sexuales sigue siendo un tema tabú para muchas personas. Sin embargo, es completamente normal tenerlas, y de hecho, la mayoría de los estudios coinciden en que todos en algún momento de nuestra vida hemos imaginado escenarios eróticos fuera de nuestra rutina habitual. Las fantasías sexuales pueden ser una vía de exploración, creatividad y conexión con nuestra propia sexualidad.

Hoy exploraremos cinco de las fantasías más comunes y por qué no hay razón para sentir culpa o vergüenza por tenerlas.

Sexo con más de una persona

Una de las fantasías sexuales más recurrentes es la de tener relaciones con más de una persona al mismo tiempo. Esto puede presentarse en diferentes formas: tríos, orgías o incluso situaciones en las que la pareja observa sin participar activamente.

Esta fantasía suele estar relacionada con la idea de recibir más atención y placer simultáneamente. También puede estar ligada a la excitación de lo prohibido o lo desconocido. Aunque muchas personas fantasean con esto, no siempre significa que quieran hacerlo en la vida real.

Si esta es una fantasía que te gustaría explorar, la comunicación es clave. Hablar con tu pareja de manera abierta y sin presión puede ayudar a definir límites y expectativas.

Juego de roles y dominación

Las fantasías relacionadas con el juego de roles y la dominación son también de las más comunes. Pueden incluir escenarios como el clásico "jefe y empleado", "profesor y alumno", "extraños misteriosos" o incluso dinámicas de dominación y sumisión.

Parte de la excitación en estas fantasías proviene del hecho de asumir una identidad distinta y experimentar dinámicas de poder. Además, pueden hacer que la relación se sienta más picante y fuera de la rutina.

Si deseas llevar a la práctica algún juego de roles o experimentos con dominación y sumisión, establece palabras de seguridad, límites claros y asegura que todo sea consensuado.

Sexo en lugares públicos

La idea de tener relaciones en un lugar donde podrías ser descubierto es una fantasía común. Esto incluye escenarios como baños públicos, oficinas, parques o incluso ascensores.

El peligro de ser atrapado genera una descarga de adrenalina que puede aumentar la excitación. La sensación de lo prohibido es un poderoso afrodisíaco para muchas personas.

Aunque la fantasía es excitante, en la vida real hay riesgos legales y de privacidad. Para explorarlo de manera segura, puedes optar por lugares privados que simulen la sensación de estar en un espacio público sin infringir la ley.

Fantasear con alguien que no es tu pareja

Otra de las fantasías más comunes, aunque a veces conflictiva, es imaginar encuentros sexuales con alguien que no es tu pareja actual. Esto puede incluir ex parejas, compañeros de trabajo, celebridades o incluso personajes ficticios.

Nuestro cerebro es creativo y está programado para buscar novedad. Tener este tipo de fantasías no significa que no ames a tu pareja o que desees engañarla; simplemente son parte del imaginario erótico natural.

Las fantasías no necesariamente reflejan deseos reales. Si se convierten en una obsesión o afectan la intimidad en tu relación, podría ser útil hablarlo con un terapeuta o reflexionar sobre el estado de tu vida sexual y emocional.

Ser dominado o dominada

Muchas personas fantasean con ceder el control en la intimidad y ser dominadas por su pareja. Esto puede incluir ataduras, vendas, esposas o simplemente recibir órdenes.

En la vida diaria, muchas personas tienen grandes responsabilidades y toman muchas decisiones. En la intimidad, la posibilidad de "rendirse" y dejarse llevar puede resultar liberadora.

Si deseas experimentar con esta fantasía, asegúrate de tener conversaciones previas con tu pareja, establecer límites y, sobre todo, que el consentimiento esté presente en todo momento.

Reflexión Final

Las fantasías sexuales son una parte natural y saludable de la sexualidad humana. Tenerlas no significa que algo esté mal contigo o con tu relación; al contrario, pueden ser una herramienta para enriquecer tu vida sexual, ya sea a través de la imaginación o, si lo deseas y es seguro, llevándolas a la práctica.

Lo más importante es recordar que la comunicación, el respeto y el consentimiento son la base de cualquier exploración sexual. No hay nada de qué avergonzarse; todos tenemos fantasías, y comprenderlas puede ayudarnos a conectar mejor con nosotros mismos y con nuestras parejas.

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