Cómo usar un masturbador masculino con técnicas de edging - Guía completa

Cómo usar un masturbador masculino con técnicas de edging

La masturbación es una práctica natural y placentera que te permite explorar tu cuerpo sin presión. Un masturbador masculino es un juguete sexual diseñado para intensificar la estimulación del pene, ofreciendo sensaciones que es difícil lograr solo con la mano. Usando un buen masturbador puedes descubrir nuevas texturas, ritmos y ángulos que amplifican el placer. Este artículo te mostrará paso a paso cómo usarlo y cómo incorporar el edging (técnicas de control del orgasmo) para que tanto principiantes como usuarios avanzados puedan prolongar la excitación y disfrutar orgasmos más intensos.

Los masturbadores masculinos suelen tener un interior texturizado (con crestas, protuberancias o patrones) para aumentar la fricción y la estimulación. Al deslizar el masturbador arriba y abajo por el pene, sentirás un placer muy intenso. Están hechos de materiales suaves y seguros (como silicona de grado médico o TPE) que imitan el tacto de la piel, dando una sensación realista. Existen muchos modelos: desde fundas simples (también llamadas “coños de bolsillo”) hasta masturbadores automáticos con vibración o simulación de sexo oral. Elegir el adecuado dependerá de tus preferencias y experiencia.

¿Qué es el edging?

El edging es una técnica de control del orgasmo. Consiste en acercarte mucho al clímax para luego detener la estimulación justo antes del orgasmo. Al practicar edging, acumulas tensión sexual y excitación sin liberar la eyaculación inmediatamente. Cuando finalmente permites el orgasmo, suele ser mucho más fuerte e intenso. En otras palabras, no llegas al límite para alargar y intensificar la experiencia.

Esta técnica se define como detener la estimulación sexual justo antes del orgasmo con el objetivo de que la liberación final sea mucho más intensa y duradera. Puedes practicar edging solo o con pareja, usando tus manos o juguetes sexuales; la idea es aprender a identificar las señales del cuerpo y pulsar pausa antes de correr.

Preparación: lubricación y limpieza

Antes de usar tu masturbador, prepara todo lo necesario para que la experiencia sea cómoda y segura. Lo primero es elegir un lubricante apropiado. La lubricación es esencial para mejorar el placer y proteger tu piel y el juguete. Aplica abundante lubricante (preferiblemente a base de agua o silicona) en el interior del masturbador y en tu pene. Esto reduce la fricción y evita irritaciones. Un buen lubricante hará que el deslizamiento sea suave y natural.

• Lubricación correcta: Elige un lubricante compatible con el material de tu juguete. Los lubricantes a base de agua son fáciles de limpiar y ofrecen una sensación natural, mientras que los de silicona duran más pero pueden ser más difíciles de lavar. Sea cual sea tu elección, úsalo generosamente para cubrir bien el interior y la superficie del masturbador antes de comenzar.
• Limpieza del juguete: Mantén tu masturbador limpio para evitar infecciones y alargar su vida útil. Después de usarlo, desmonta las piezas si es posible y enjuágalas con agua tibia y jabón neutro o un limpiador específico para juguetes sexuales. Sécalo completamente al aire antes de guardarlo. Guarda el masturbador en un lugar fresco, seco y oscuro, dentro de una bolsita o funda protectora para mantenerlo en buen estado.
• Precauciones básicas: Revisa siempre que el interior del masturbador esté intacto antes de usarlo. Si ves grietas o daños, no lo uses. Usa solo lubricantes compatibles con tu juguete (por ejemplo, evita los a base de aceite con juguetes de silicona, ya que pueden deteriorarlo). Si notas que el juguete vibra de forma extraña o genera mucho calor, detén su uso y revisa las baterías o conexiones por seguridad.

Técnicas para principiantes

1. Inserción suave: Coloca el pene dentro del masturbador ya lubricado de forma lenta y cuidadosa. Si es de tipo funda abierta, ajusta la manga al grosor adecuado. Sujeta el juguete firmemente con la mano mientras lo deslizas. Mantén siempre un buen agarre para sentir la textura interna en cada movimiento.
2. Movimientos básicos: Inicia con movimientos ascendentes y descendentes muy lentos. Concéntrate en la sensación que provoca el canal interior del juguete. Poco a poco, podrás ir aumentando la velocidad y la presión mientras te sientas cómodo. La idea es que te acostumbres al ritmo y a la sujeción antes de intentar técnicas más complejas.
3. Introducir el edging: Cuando estés comenzando a excitarte mucho y sientas que estás muy cerca del orgasmo, detén los movimientos. Mantén el juguete alrededor de tu pene sin moverlo hasta que la sensación disminuya ligeramente. Luego puedes reanudar la estimulación lentamente. Este proceso de detenerte en el límite y continuar varias veces es la esencia del edging. Cada vez que hagas pausa, tu cuerpo acumula más tensión y la próxima ronda será más placentera.
4. Respiración y relajación: Aunque tu excitación aumente, trata de respirar profundo al hacer las pausas. Esto ayuda a controlar el impulso eyaculatorio. Aprovecha esos momentos para acariciar otros puntos erógenos si lo deseas (como los testículos o el perineo) y así prolongar aún más la estimulación.

Técnicas avanzadas

Una vez que te sientas cómodo con los pasos básicos, puedes probar técnicas más avanzadas para llevar tu placer al siguiente nivel:

• Cambios de ritmo y agarre: Experimenta alternando entre movimientos rápidos y otros muy lentos. Cambiar la velocidad crea oleadas de excitación diferentes. También puedes variar la intensidad de tu sujeción: aprieta ligeramente el juguete para mayor fricción o sujétalo más flojo para sensaciones suaves. Estos cambios requieren práctica para sincronizarlos con tu excitación.
• Uso de vibración o accesorios: Si tu masturbador tiene modo vibración, úsalo en combinación con los movimientos manuales para obtener estímulos extra. Ajusta la vibración al nivel que más te agrade. También puedes estimular otras zonas sensibles simultáneamente (pezones, perineo o incluso la próstata con un dedo lubrificado), integrando así más estímulos en tu sesión.
• Edging prolongado: Prueba pausar con más frecuencia o durante más tiempo cuando estés al borde. Algunos hombres aplican una presión suave con los dedos en la cabeza del pene al interrumpir la estimulación para reforzar la pausa (una técnica conocida como compresión del frenillo). Al retomar la estimulación después de varias rondas, experimentarás orgasmos mucho más intensos por la tensión acumulada.
• Control del clímax: Si te sientes con confianza, inténtalo: permite que la excitación baje totalmente antes de seguir o incluso acaba sin llegar al orgasmo. Este juego de «negación» puede ser un reto excitante. Cuando finalmente elijas correrte, la sensación será espectacular. Practicar esto requiere paciencia y autocontrol.

Beneficios de practicar edging

• Orgasmos más intensos: Retrasar el clímax hace que la excitación se acumule. Al final, el orgasmo es mucho más fuerte y duradero.
• Mayor resistencia sexual: Con edging aprendes a prolongar las relaciones. Muchos hombres descubren que con práctica pueden durar mucho más tiempo sin eyacular, alargando la experiencia sexual.
• Autoconocimiento: Practicar estas técnicas te ayuda a conocer mejor tus zonas de placer y tus límites. Ganarás confianza sabiendo qué te excita más y cómo llevar tu cuerpo hasta niveles de placer más altos.
• Prevención de eyaculación precoz: Edging entrena tu control sobre el orgasmo, lo cual puede ser muy útil si sufres de eyaculación rápida. Con el tiempo aprenderás a detenerte justo antes del clímax, ganando control sobre el momento exacto del orgasmo.
• Mayor complicidad en pareja: Si prácticas el edging con tu pareja, ambos pueden coordinar sus ritmos y disfrutar de un juego más largo y sincronizado. Al prolongar la excitación de ambos, aumentan las posibilidades de que ella o él también alcance el orgasmo.

El consejo del equipo de Lovegames

En nuestro sexshop recomendamos practicar el edging con calma, explorando tu cuerpo sin prisas y eligiendo masturbadores de calidad que hagan cada sesión más intensa, agradable y totalmente a tu ritmo.