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Masturbación Consciente: técnicas de mindfulness sexual

¿Qué es la masturbación consciente?

La masturbación consciente implica abordar el autoplacer con atención plena y sin distracciones. El término proviene del mindfulness, una técnica que consiste en vivir el instante presente con todos los sentidos. Aplicado al sexo en solitario, potencia el placer al detener el “modo automático” y observar cada estímulo corporal. Por ejemplo, puedes enfocarte en la respiración profunda para relajarte, sentir cómo late el corazón y prestar atención a cada sensación táctil mientras te acaricias.

La masturbación consciente no es una técnica rígida, sino una invitación a la curiosidad con tu propio cuerpo. Implica explorar sin prisas, con toques lentos y atención constante. Se trata de sentir placer en cada estímulo, descubrir nuevas zonas erógenas y disfrutar de cada momento sin prisa. Esta forma de autoplacer promueve el respeto hacia ti mismo y ayuda a romper mitos o culpas asociadas con la masturbación. Al darle importancia al presente, la mente deja de preocuparse por el pasado o el futuro, y se centra en cada caricia, cada movimiento y cada sensación del ahora.

La clave está en saborear cada instante y respetar tu propio ritmo. Esta conexión mente-cuerpo enriquece la experiencia erótica y te ayuda a disfrutar más plenamente de tu sexualidad.

Masturbacion consciente

Beneficios de la masturbación consciente

La masturbación consciente ofrece múltiples beneficios tanto físicos como emocionales. Al aprender a estar presente en el momento, puedes:

  • Intensificar el placer: Al dedicar tiempo a las sensaciones, los orgasmos suelen ser más profundos y duraderos. Al reducir la presión por “hacerlo rápido”, descubres detalles sutiles que aumentan el goce.
  • Autoconocimiento sexual: Explorando el cuerpo con calma aprendes qué zonas te excitan de verdad, qué fantasías despiertan tu deseo y cuál es el ritmo que mejor funciona para ti. Esto enriquece tu mapa de placer personal.
  • Reducir la ansiedad y el estrés: El mindfulness en la sexualidad ayuda a relajar la mente y el cuerpo. Al dejar de lado pensamientos intrusivos sobre el rendimiento o la culpa, liberas tensiones acumuladas. Practicar de forma consciente favorece la producción de endorfinas y oxitocina, hormonas que fomentan la relajación y el bienestar.
  • Mejorar la autoestima sexual: Dedicarse tiempo de calidad fortalece la confianza en ti mismo. Aprender a darte placer sin juicio disminuye la vergüenza y refuerza la imagen positiva de tu cuerpo.
  • Controlar el orgasmo: Al prestar atención plena a la excitación, podrás identificar antes el clímax y practicar el edging (detener la estimulación antes del orgasmo). Esto ayuda a prolongar la excitación y, para muchas personas con pene, mejora el control eyaculatorio.
  • Conectar cuerpo y mente: Focalizarse en las sensaciones físicas y en la respiración fortalece la conexión con tu propio cuerpo. Esto puede traducirse en más presencia y disfrute tanto en la masturbación como en las relaciones de pareja.

Técnicas de mindfulness sexual para tu autoplacer

Para llevar el mindfulness a la práctica en tu masturbación, puedes seguir varias pautas sencillas. Aquí te dejamos técnicas útiles para empezar:

  • Desconecta distracciones: Asegúrate de que tu espacio sea tranquilo. Apaga o silencia el teléfono, la televisión u otros dispositivos que puedan interrumpirte. Elimina estímulos externos (como videos pornográficos) que te saquen del presente. Cuanto más libre de interrupciones esté tu mente, más fácil será enfocarte en las sensaciones del momento.
  • Crea un ambiente íntimo: Prepara el espacio para relajarte. Puedes usar luces tenues o velas, colocar música suave o ambiental y escoger sábanas cómodas. Quizá quieras usar aceites para masaje o aromas relajantes. Un entorno acogedor facilita la relajación e invita a estar presente. Por ejemplo, unas luces cálidas y un aroma agradable pueden despertar tus sentidos y prepararte para el autoplacer consciente.
  • Establece una intención: Antes de empezar, reflexiona sobre lo que deseas lograr. Puedes proponerte explorar alguna zona nueva, practicar el edging (experimentar con detenerte antes del orgasmo) o simplemente disfrutar del viaje sin meta fija. Mantener una intención suave (por ejemplo, “quiero relajarme y sentir cada caricia”) te ayuda a anclar tu atención cada vez que la mente divague.
  • Respira conscientemente: Tu respiración es una gran aliada para el mindfulness. Comienza realizando inhalaciones profundas: inhala contando hasta cuatro, retén el aire por unos segundos y exhala lentamente. Siente cómo al respirar profundamente relajas todo el cuerpo. Durante la estimulación, mantén una respiración pausada y profunda. Esta respiración consciente te ayuda a permanecer enfocado en el ahora y a amplificar las sensaciones eróticas.
  • Escanea tu cuerpo: Antes de la estimulación genital, recorre tu cuerpo con la mirada o el tacto. Observa la textura de tu piel, nota las sensaciones al acariciar tus brazos, pecho, abdomen o piernas. Cuando toques zonas erógenas (genitales, pezones, cuello, muslos internos, perineo, etc.), hazlo lentamente y presta atención al placer que sientes. Explorar con la mente despierta incrementa la sensibilidad.
  • Usa tus manos y juguetes con atención: Al iniciar la masturbación, concentra tu atención en la presión, ritmo y temperatura de tus manos. Puedes acariciar los genitales de forma lenta, probar diferentes velocidades y movimientos circulares. Si utilizas lubricante o un juguete sexual (vibrador, estimulador, etc.), incorpóralo de manera consciente: observa cómo cambia cada sensación y permite que el nuevo estímulo amplifique tus sensaciones.
  • Practica el edging con consciencia: Cuando sientas que te acercas al orgasmo, disminuye o detén la estimulación para saborear ese punto de alta excitación. Mantén la respiración pausada y la concentración en las sensaciones de la excitación. Al practicar esto varias veces antes de alcanzar el clímax, alargas la duración del placer y el orgasmo final será mucho más intenso.
  • Respeta tus ritmos: La masturbación consciente no tiene prisa. Date permiso para durar el tiempo que necesites; incluso puedes permitirte pausas de inmovilidad para observar tu respiración o sensaciones corporales. Si en algún momento la mente se distrae, simplemente regresa al momento presente con una respiración consciente, sin juzgarte.
  • Autoafirmación y autocuidado: Acompaña tu práctica con pensamientos amables hacia ti. Puedes repetir mentalmente frases positivas como “me merezco este placer” o “me siento cómodo en mi cuerpo”. Elimina la crítica negativa y cultiva la autocompasión. Recuerda que esta sesión es un acto de cuidado personal.
  • Fortalece tu suelo pélvico: Los ejercicios de Kegel (contracciones del músculo pubococcígeo) potencian la intensidad del orgasmo. Puedes hacerlos antes o durante la masturbación. Para hacer un Kegel, imagina que detienes el flujo de orina y contrae esos músculos durante unos segundos, luego relaja. Repetir varias veces fortalece la base sexual y mejora la experiencia orgásmica.

Masturbacion consciente

¿Cómo empezar con la masturbación consciente?

Si nunca has practicado la masturbación consciente, puedes comenzar poco a poco. Primero elige un momento del día en el que tengas algo de tiempo libre y privacidad; unos 15-20 minutos son ideales. Busca un lugar donde te sientas cómodo y sin ser interrumpido. Antes de empezar, dedica unos minutos a relajarte: puedes cerrar los ojos, hacer algunas respiraciones profundas o incluso realizar una breve meditación enfocada en el placer y el cuerpo. Esto prepara tu mente y tu cuerpo para la experiencia.

Cuando comiences, pon toda tu atención en cada paso. Experimenta con la presión y velocidad de tus caricias, prueba distintas posiciones o la estimulación de diferentes zonas erógenas. La idea es enfocarte en el camino, no en llegar al orgasmo. Si sientes que la mente se distrae, vuelve a tu respiración o al tacto de tus manos con amabilidad. Cada sesión es un aprendizaje, así que avanza a tu propio ritmo.

También existen recursos que pueden servir de apoyo cuando empiezas: hay meditaciones eróticas guiadas en audio, videos instructivos o aplicaciones de bienestar sexual con ejercicios de masturbación guiada. Estos recursos te dan ideas y te ayudan a concentrarte, pero recuerda que la herramienta principal es tu propia atención. Con la práctica, entrenarás a tu mente para mantener la concentración durante la autoexploración.

Nuestros consejos

No existe una forma “correcta” de practicar la masturbación consciente; lo importante es la actitud de presencia. Si quieres experimentar con fantasías, hazlo libremente: imagina escenarios eróticos o incluso lee relatos sugestivos, siempre manteniendo la atención en tus sensaciones. Algunas personas encuentran útil mantener contacto visual con su cuerpo (por ejemplo, mirarse en un espejo con atención) o usar música sensual como apoyo. Otras optan por escribir un diario personal donde registrar sus sensaciones y descubrimientos en cada sesión.

Después de terminar, puedes añadir un pequeño ritual de relajación: un baño tibio, una meditación breve o una taza de té relajante. Estas actividades posteriores te ayudarán a prolongar la sensación de calma y bienestar. Recuerda que esta práctica es un acto de autocuidado: adáptala a tus gustos y necesidades.

Tambien puedes ayudarte con nuestros juguetes sexuales para aportar más placer.

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