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Aftercare: cuidados después de sesiones BDSM

Nuestros consejos para después de una larga sesion BDSM

Tras una sesión intensa de juego BDSM, el aftercare (o cuidados posteriores) es el momento de mimo y atención que sigue al clímax del encuentro. Este espacio íntimo permite reconectar con cariño y restablecer el equilibrio físico y emocional tras la experiencia. El aftercare fortalece la confianza mutua, ayuda a procesar sensaciones intensas y garantiza el bienestar de todos los involucrados.

¿Qué es el aftercare?

El aftercare , o el cuidado posterior, es el conjunto de acciones de apoyo emocional y físico que se dan a los participantes al concluir una sesión de BDSM. Es un proceso de transición suave para volver a un estado de normalidad. Tras sensaciones extremas (adrenalina, euforia) que pueden experimentarse durante la sesión, el cuerpo suele sufrir un descenso rápido de esas hormonas. El aftercare ayuda a suavizar esa caída y a restaurar el equilibrio.

Consiste en brindar consuelo: puede incluir desde abrazos y caricias hasta cuidados sanitarios básicos. Se trata de atenciones afectuosas: la parte de “mimos” que confirma que, más allá del rol o del juego, ambos se respetan y cuidan.

¿Por qué es fundamental el aftercare?

Durante una sesion de BDSM intensa, el cuerpo libera adrenalina, endorfinas y otras hormonas que provocan excitación y alerta. Al terminar, puede producirse el llamado bajón emocional: una sensación de cansancio extremo, tristeza, ansiedad o vértigo que surge cuando esas hormonas bajan bruscamente. Sin un aftercare adecuado, este “bajón” puede ser duro y afectar la experiencia global.

El aftercare evita que cualquiera de las partes se sienta abandonada o desconectada. Proporciona un ambiente de seguridad y calidez donde hablar sobre lo que sucedió, expresar miedos o simplemente descansar juntos. Además, fortalece la intimidad: demuestra respeto y gratitud hacia la pareja, confirmando que su bienestar importa más allá del juego. El cuidado posterior nutre la confianza y evita que aparezcan sentimientos negativos.

Aftercare BDSM

Cuidados físicos después de la sesión

Parte del aftercare es atender el cuerpo, que puede haber quedado marcado o adolorido tras la sesión. Estos cuidados incluyen:

  • Revisión de lesiones: Mirar la piel en busca de moretones, marcas o cortes. Si hay pequeñas lesiones, limpiarlas con agua y jabón suave, aplicar desinfectante y colocar una curita si es necesario. El dominante o practicante asume la responsabilidad de cuidar cualquier marca resultante de su juego.
  • Compresas frías o calientes: Para aliviar golpes o zonas doloridas (por ejemplo, tras azotes o agarres), aplicar bolsa de hielo envuelta en tela o cremas calmantes.
  • Hidratación: Beber agua o infusiones ligeras. El cuerpo, después de un juego intenso, agradece reponer líquidos perdidos. Además, un té de hierbas cálido ayuda a relajar los músculos y el sistema nervioso.
  • Nutrición suave: Ofrecer un snack ligero (como fruta, chocolate o algún refrigerio) ayuda a estabilizar el azúcar en sangre y brinda confort. Un pequeño bocado puede hacer sentir mejor tras la energía gastada.
  • Calor y abrigo: Proporcionar mantas, un lugar cálido o ropa cómoda. La temperatura corporal puede bajar tras la acción y arroparnos genera sensación de seguridad.
  • Masajes suaves: Un masaje ligero en la espalda, brazos o piernas favorece la circulación y ayuda a liberar la tensión muscular acumulada.

Cuidados emocionales

El aspecto sentimental del aftercare es igual de importante que el físico. Los cuidados emocionales incluyen:

  • Abrazos y caricias: Un abrazo tierno, acariciar el cabello o acurrucarse juntos liberan oxitocina (“la hormona del cariño”) y reconfortan profundamente. Son gestos que comunican “estoy aquí” y alivian la sensación de soledad.
  • Escucha activa: Permitir que la persona hable de su experiencia sin juzgar. Preguntas simples como “¿Cómo te sientes?” o “¿Hubo algo que te gustó especialmente?” abren espacio para expresar emociones. Escuchar con atención y empatía muestra respeto por lo vivido.
  • Afirmaciones verbales: Decir palabras de cariño, elogios o agradecimiento. Frases como “Lo hiciste muy bien”, “Gracias por confiar en mí” o “Te admiro” ayudan a reafirmar la conexión emocional y confianza mutua.
  • Tiempo en silencio compartido: A veces basta con estar juntos en silencio. Ver una película tranquila o escuchar música suave mientras se abrazan puede ser parte del aftercare. Estas actividades ligeras permiten relajarse sin presión.
  • Contacto físico suave: Además de abrazos, gestos como tomarse de las manos, besos lentos o incluso un poco de sexo suave (si ambos lo desean y lo acordaron) pueden servir para reconectar de manera tranquila.

Comunicación tras la sesión

Después del juego, hablar es fundamental. Este diálogo debe ser respetuoso y abierto:

  • Feedback de la escena: Discutir qué partes de la sesión fueron placenteras o qué se podría mejorar la próxima vez. Esto fortalece la confianza y ayuda a planificar futuros encuentros más satisfactorios.
  • Reafirmar límites: Verificar que todos los límites acordados se hayan respetado y si hay cambios en ellos. Aclarar cualquier duda o malentendido evita resentimientos.
  • Palabra de seguridad: Si se usó la palabra clave, hablar sobre cómo fue esa experiencia. Preguntar si se sintió cómoda usando la palabra y agradecer a la otra persona por su confianza.

Aftercare BDSM

Aftercare para cada rol

El aftercare no es solo para un rol en particular. Tanto dominantes como sumisos lo necesitan, aunque quizá en formas diferentes:

  • Sumisos (Bottoms): A menudo pueden sentirse más vulnerables tras la sesión. Deben sentirse seguros en pedir atención: un baño tibio, un abrazo largo, o simplemente compañía en calma son opciones. Es válido expresar exactamente lo que necesiten en ese momento.
  • Dominantes (Tops): A veces también sufren un “bajón” propio, con sentimientos de vacío o culpa. El sumiso puede ofrecer consuelo igualmente, reforzando que el final de la sesión fue positivo. Es un intercambio mutuo de cuidados; recordar que el tiempo post-juego es responsabilidad compartida.

Preparando tu aftercare

Integrar aftercare en la rutina es clave para que fluya sin problemas. Algunos consejos prácticos:

  • Planificación previa: Antes de la escena, hablar sobre cómo querrían recibir cuidados después. Algunas personas pueden querer silencio, otras contacto físico inmediato. Conocer las preferencias evita sorpresas.
  • Kit de aftercare: Tener a mano elementos útiles: mantas suaves, almohadas, agua, bebidas calientes, snacks fáciles de comer, cremas calmantes y botiquín básico. Incluso una lista de música tranquila puede preparar el ambiente.
  • Espacio cómodo: Designar un lugar acogedor para el aftercare. Un rincón con luz tenue, almohadas, velas suaves o aromaterapia ligera puede hacer la transición más placentera.
  • Atención continua: El aftercare puede extenderse más allá del momento inmediato. Chequear a la pareja horas o incluso al día siguiente puede ayudar a identificar dolores tardíos o emociones persistentes. Un mensaje de cariño o una llamada breve para saber cómo sigue puede marcar la diferencia.

Errores comunes a evitar

Incluso con buena intención se pueden cometer descuidos:

  • No hacer aftercare: Saltarse este paso puede generar inseguridad o incluso sentimientos de abuso, aunque la sesión haya sido consensuada. Siempre es recomendable dedicar tiempo a esta etapa.
  • Forzar el contacto: Si la persona necesita un espacio personal tras el juego, es importante respetarlo. Forzar abrazos o mantener conversaciones si la otra parte no desea hablar puede ser contraproducente.
  • Ignorar emociones: Decir cosas como “ya pasó, no es para tanto” minimiza los sentimientos. En lugar de eso, validar emociones (“es normal sentirse así, estoy aquí contigo”) apoya mucho más.
  • Comparar experiencias: Cada escena es única, evita comparar con otras parejas o sesiones previas. Lo que importan son las necesidades actuales de tu pareja.

Beneficios del aftercare

Dedicar tiempo al aftercare reporta grandes ventajas:

  • Mayor conexión: Fortalece el vínculo emocional y sexual. Saber que hay cuidado tras el juego construye intimidad.
  • Seguridad y confianza: Reafirma que ambos cuidan de la salud física y mental del otro, consolidando la seguridad dentro de la relación BDSM.
  • Experiencias positivas: Al procesar adecuadamente la sesión, se disminuye la probabilidad de recuerdos negativos. Esto permite que las futuras sesiones sean esperadas con entusiasmo y sin miedos.
  • Autoconocimiento: Conversar y reflexionar acerca de lo sucedido ayuda a descubrir deseos, límites y reacciones propias, enriqueciendo el crecimiento personal.

Nuestra opinion final

El aftercare no es opcional, sino parte esencial y casi obligatoria de cualquier práctica BDSM consciente y respetuosa. Más allá de los juegos físicos, es un acto de cuidado y ternura que asegura que ambos terminen la experiencia en armonía. Compartir abrazos, palabras dulces y atenciones prácticas después de la sesión transforma un momento íntimo en algo aún más significativo. Practicar un buen aftercare significa demostrar respeto, gratitud y amor por tu pareja en cada encuentro BDSM.

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